el día
en el que dejé terapia decidí,
si algo no quiero es vivir
mi vida como belén,
comprarme un axe y todas las mañanas
ponérmelo en la bufanda antes de salir,
masturbarme en los recreos, contárselo a todo el mundo.
en mi cuerpo nuevo
yo nunca le creí
pero mirá si hasta era cierto.
pobre belén, o pobre
yo.
pobre yo.
me pregunto si habrá sido feliz,
pero hace cinco años que no le hablo.
domingo, 28 de junio de 2009
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