miércoles, 23 de diciembre de 2009

casi que sólo quiero
sentir amor
para poder escribir
cuando no se me está
queriendo activamente no
puedo
y como no
puedo escribo
más que nunca
siempre de lo mismo
monotemática
quejas
que no le importan a nadie y
yo, mi única lectora
soy condenada a soportarme

jueves, 15 de octubre de 2009

sufrir el dolor de panza, igual no poder parar
diez kilos de amor no correspondido, de encierro y del resto de la ciudad
de miedo a perder los nuevos movimientos que encontraste
miedo a la falta de práctica que tan clara ves venir
miedo a no poder
volver a recuperarlos

viernes, 4 de septiembre de 2009

ya no podemos seguir hablando de Castaneda,
es el siglo veintiuno y el bondi está por llegar,
mientras dejamos que pase de a chorritos
nuestro tiempo y juventud mirándonos,
o soy yo sola
la que deja que se pase
mi juventud desgastándola,
en esta pubertad
interminable
de mierda

veo mi dibujo
desvalijado y, en fabuloso contraste
la quijada de uno solo de los retratados.
ahí,
frente a mis ojos
haciéndome entender
que aquel sector sale sin mirarlo ya siquiera:
el hueso
de la mandíbula
de la persona que no posó
un sólo ojo en mí en todo el largo de noche,
en mi cuello blanco, libre y perfumado
a veces
sos vos la oveja
paradita bandeja de plata respirando bajito
viendo en contrapicada perfecta
las texturas en la campera,
la barba crecida las tazas
la hiena que no derrama un centímetro
de su baba hermosa;

a veces
la gente es una almeja abierta al medio
como una doblepágina
ofreciéndote sus partes blandas.
y yo
estoy cansada
de sonreírle al vacío escénico
cual nena descubriéndose en silencio
cuando retiene el pis.

yo me subo
él dice chau yo digo chau sonrío
se lleva hacia su casa, sin cara cómplice
sin darse vuelta para mirarme,
ni una sola vez.

lunes, 10 de agosto de 2009

-igual a ella le gustó sabés.
-ah.
-a ella le gustó y no lo entiende.
-ah.
-a ella le gustaste, demasiado, y no lo entiende.
Me lo dijo ayer estábamos tirados en la cama y no había funcionado, en esa la vez al fin despés de tantas veces de humos entrecortándose.
-
-y ella y tu nombre y las lecturas lacanianas más obvias, y dos horas incómodas donde los amigos que tanto nos costó volver a ser piensan mirando las paredes que perderse fue una pérdida total y ya no un canje, desesperando en silencio ante la vuelta hipotética e inminente de ella sus celos mi cara de ninfómano aun, mi voz al atender el teléfono mi olor y el olor de ella, su cara que ya no me acordaba su forma extraña y rebuscada de chuparme la pija. Todas estas otras no se enteran. Y su cara se diluye como ya se diluyó antes, y reubico en la textura de su voz lo forzado que le sale estar diciendo mientras mueve las vueltas de su pelo que se peina solo, que los aritos que alguien dejó en mi mesa de luz le parecen insulsos y quitititos.

Y yo nunca la extraño.

Yo como personaje soy una balsa que va y nunca piensa, y que nada extraña nunca porque en cada puerto levanta tripulantes de a cinco y todas bajan cuando ya subieron más, todas nos creemos especiales.
Ella no es especial porque fue tantas, pero es ella la que me construye.
Yo lo sé y así, tratamos de no darnos más motivos.

lunes, 6 de julio de 2009

saludos al Sol

me comí un chocolate
hice tres saludos al sol
abracé a mi gata y me
dormí
y cuando ella quiso irse
de abajo de mis sábanas oscuras
caí en la cuenta
de que te había extrañado
y cómo no me dio lo mismo
meterme en el bondi esta vez.

esto es de carver así que

Aquí el poema que iba a escribir
más temprano, pero no lo hice
porque escuché que venías revoloteando.
Volví a pensar
en esa primera mañana en Zurich.
Cómo nos despertamos antes de que subiera el Sol
Desorientados al principio. Pero yendo
fuera hacia el balcón que daba abajo
por sobre el río, y lo viejo de la ciudad.
Y quedarnos nada más ahí, callados.
En bolas. Viendo la luz subir.
Tan felicesyfelices. Como si
alguien nos hubiese puesto ahí
justo en ese momento.

domingo, 5 de julio de 2009

erección pictórica

Para no
pensar
los detalles
tengo que fluir
hacia otros detalles
conseguir maderas
muchas
espacio
plasmable, conseguir
una cara donde detenerme
en cada rasgo y dejar
que todos los detalles de
eso en lo que no
quiero
pensar salgan,
solitos e incareteables
por los poros pincelados
de la nueva cara anónima.
que está por aparecer.

Verlo y saber,
que esté contando
con los ojos lo que pasó,
cómo hoy me desperté teniendo ganas
de
nada
y que
por
eso

me vestí y escribí esto
y más tarde fui a comprar
cien millones de maderas
cortadas al ras en jumbo easy
y empecé a pintar
por necesidad
pictórica fisica, hundida
en los frascos de pintura
de cualquier color
con la cabeza apagada
y el brazo firme
que estoy tan agradecida
estos días de tener


mi homeópata dice
que esto es típico de mi remedio
buscar vetas expresivas
automáticas fluídas
de intuitición desarrollada
el arte la nifomanía la danza afro
la poesía dadaísta el hombre que pasa horas
haciendo una canasta
trenzada con pasión,
para no morir ante
la racionalización continua
el chorro de ideas
automática

Retener el chorro
causa agotamiento mental
cansancio que no se explica,
y yo
no pienso detener el chorro
y cuando soy feliz
una persona saciada
mi pincel está aburrido me detesta
se aparece
despertándome entre sueños
cuando puedo dormir bien
tapada por las sábanas
y los brazos
que no siempre me desean.

Veo mi pincel que espera
tirado húmedo
flotando por sobre el enchastre
que estoy apunto de hacer.

Se lo debo a mis maderas
voy a conseguirme varias
así puedo seguir
si con una no me alcanza.


Recién después
me puedo largar a llorar
con todas las ganas que tengo:
esos cuadros salen distintos

miércoles, 1 de julio de 2009

Agarra los fideos del taper y los
chupa,
son largos y están llenos de
salsa fileto fría de la noche anterior.
No son
los fideos lo que ella quiere,
la salsa forma labios fríos
para sus labios,
pero son largos y se deslizan
limpiándose
a velocidad climáxica.
Luego los saca
de la boca con parsimonia,
los va metiendo en un taper nuevo
para fideos terminados
limpios pelados
como los huesos
que un pollo deja secándose
al final del plato
del asado del domingo.

y después los tira
asqueada,
sin poderlos ver.

domingo, 28 de junio de 2009

dos mil nueve

Qué bueno haberme dado cuenta
de que es bueno, además de trágico,
haber transcurrido entero todo mi
séptimo grado tratando de describir
en párrafos el sudor en la palma
de mis manos en vez de fijarme
cómo iba a hacer para dirigirle la palabra
a quien de mí sólo escuchó balbuceos,
y sin saberlo siquiera hoy,
fue el destinatario de los párrafos
más vergonzosamente porno que
la historia de la humanidad haya leído
de la mano de una tímida niña de doce años.

Y qué suerte el analista
al que iba por teminar aceptando
resignado que no iba a ser nunca
su turno para hablar, yo sólo
necesitaba alguien, ahí
sentado con cara de escuchar
el vómito de palabras
de cuarenta minutos que validaba
la infinitamente poca o infinitamente
extensa
cantidad de vida
que entra en una semana.
esperándolo más tarde,
un caballo me miró fijo
en el medio de la noche
y del rocío y del verano
y del pasto y de la plaza
mientras raspaba la tierra con un
violentísimo chorro de pis,
justo antes de irse.

él no me lo creyó nunca.

que suerte tengo
yo, que no me pienso a dejar
salir en fotos.
ana y yo viajamos juntas
cuando llegamos a algún lugar
lo primero que hacemos es
pis entre arbustos

siempre.
ni siquiera es a propósito.

nos pasa,
nada más, nos dimos cuenta
frente a un supermercado, escondiéndonos
del viento frío y de las luces
de los autos que pasaban,
inmiscuyéndose.

ana ebria
en bolas en una orilla
a las dos y media de la tarde.
ella se mete a mear al mar
grita, que delicia! y me hace señas
para que vaya pero yo no puedo,
nunca pude
hacer pis en el mar,

entro igual
pero nunca pude
y no puedo
así que me voy

corriendo derrotada al hostel
en el que nos apoyamos
por la sombra que da a la tarde

entro empapada cabizbaja decidida
indescriptiblemente feliz
a un lugar lleno de gente que almuerza
arjona y mozos con desordorantes importados.

pero en vez de buscar el baño
agarro un fajo de servilletas
y me siento en este banquito
semidesnuda y chorreando
litros de mar
a escribir
el día
en el que dejé terapia decidí,
si algo no quiero es vivir
mi vida como belén,
comprarme un axe y todas las mañanas
ponérmelo en la bufanda antes de salir,
masturbarme en los recreos, contárselo a todo el mundo.

en mi cuerpo nuevo
yo nunca le creí
pero mirá si hasta era cierto.
pobre belén, o pobre
yo.

pobre yo.
me pregunto si habrá sido feliz,
pero hace cinco años que no le hablo.

martes, 24 de febrero de 2009

encima mío, colgando
un párrafo entero pesado y lluvia
conjugadas enteras, juntas
llamándome.

en vez de eso estoy
tirada larga
como un
gato,
pata atrás, cada una
abierta en sillón, una sola curva
empujando.



ahí,
doblo, megadoblo desdoblo,
dedos cada vez
más largos, lagos en los pozos
entre los huesos,

cuántas gotas
de lluvia entran.