domingo, 28 de junio de 2009

ana y yo viajamos juntas
cuando llegamos a algún lugar
lo primero que hacemos es
pis entre arbustos

siempre.
ni siquiera es a propósito.

nos pasa,
nada más, nos dimos cuenta
frente a un supermercado, escondiéndonos
del viento frío y de las luces
de los autos que pasaban,
inmiscuyéndose.

ana ebria
en bolas en una orilla
a las dos y media de la tarde.
ella se mete a mear al mar
grita, que delicia! y me hace señas
para que vaya pero yo no puedo,
nunca pude
hacer pis en el mar,

entro igual
pero nunca pude
y no puedo
así que me voy

corriendo derrotada al hostel
en el que nos apoyamos
por la sombra que da a la tarde

entro empapada cabizbaja decidida
indescriptiblemente feliz
a un lugar lleno de gente que almuerza
arjona y mozos con desordorantes importados.

pero en vez de buscar el baño
agarro un fajo de servilletas
y me siento en este banquito
semidesnuda y chorreando
litros de mar
a escribir

1 comentario:

Bubón Bardó dijo...

una delicia este poema! Sonia.
es muy bueno.