miércoles, 22 de octubre de 2008

puede ser
que eso esté nada más adentro de hoy
y un helado de chocolate y pasas al rhum y frambuesa
con copito

trauma deporvidal

ayer vi morir una paloma.


mientras se estampaba, por la calle hacía vueltas carnero moviendo alitas patitas locayencírculosmente hasta que quedó, sus uñas apuntando desprolija a cualquier lado y las plumas así nomás, tirada, panza arriba incontenida pero no desparramada, porque eso iba a venir después, inevitable como sólo lo sé ahora que ya pasó y que sólo sabía en ese momento que todavía no había pasado, y supe más tarde también mientras estaba pasando y tuve que darme vuelta para no verla e imaginarme que a lo mejor el bondi la esquivaba, como la luna equivaba el sol en el corto del antiecplipse que hizo el chabón con tirantes en el festival donde lau usó su vestido verde.
pero no la esquivó nada, y yo que sabía que no me daba para ir a patearla ante la inminencia como concepto general, y que ningún barrendero estaba apareciendo mágico para pedirle que la barriera por piedad, no tuve más que poner cara de horror y taparme la cara con mi libro, buscando con los ojos a quien quisiera compartir mi impresionable impresión y obviamente no había nadie, porque el 39 no pasa nunca y eso si es era porque nadie lo espera, nunca.
la yema
del dedo-la-pupila que recorre
tú (!)
espalda, desde el huequito que hace sombra
la textura, palma pupila,
delínea la vuelta oreja que da tu hueso.

sos,
tené ese espacio



despacio, levantá

toda esa sábana,

molesta.
esperando atiborrada,
cuelgo
en las pestañas delicadas
delicadísimas del conductor

,largas

como las piernas de una bailarina clásica

curvada gracia del movimiento chiquito
aerodinámicas sutil, suaves seguro, perfectas
descansan,
hermosas
durante mi colectivo imposible
en este sabadósico lunes
donde yo escribo frenética y la nada anda.



ondealas, total.
a imaginarios escalas de grises
y sueños relamidos de autos y cuotas
tus antirimel envidiable suavesón
les degusta
el huevo literal

martes, 21 de octubre de 2008

como una uña
en una cascarita,
la pasásy se hunde en la rendija del
único hueco apacible en donde ella
entra y si
empezás
la imponente palanca y decidís
arran
car

la imposible sequedad
es
indefensa,,,,
como una hoja húmeda
y triembla ante el viento,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
del estornudo de algún gran gigante
señor

.